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Tras la celebración en Motegi, Marc Márquez inicia 226 con un leve «bajón» en

Mandalika. Tras cumplir su meta de 22 –conquistar de nuevo el título MotoGP– el nuevo campeón ya está pensando en la campaña siguiente

Después de la gran euforia que le trajo la novena corona mundial, el motor parece haber perdido un poco de adrenalina en el GP de Indonesia, que se celebra este fin de semana en Mandalika.

Dorna le concedió una pausa para la parte más formal del Media Day de este jueves, aunque ya se presentó ante las cadenas con derechos y los equipos de comunicación de Ducati Lenovo.

«En el plano emocional ya estoy más equilibrado, más estable.

Sé que, a nivel físico, la energía está más baja de lo habitual.

No es porque haya hecho demasiadas cosas, aunque sí he tenido varios eventos y entrevistas últimamente creo que es la caída de adrenalina después de la victoria.

Cuando crucé la meta el domingo y me levanté el lunes como campeón, sentí como si no hubiese entrenado en dos meses, simplemente por el descenso de la presión y la adrenalina», comentó en la sala de prensa de Mandalika.

Desde el domingo en Motegi dejó claro que, en los cinco Grandes Premios que quedan, su principal objetivo es terminar la temporada sin lesiones, una idea que volvió a repetir al llegar a Mandalika.

«Antes era “venga, vamos”, ahora que he ganado y cerrado el título, mi intención es intentar ganar la mayor cantidad de carreras posible.

Siento algo distinto y quiero terminar el año sin lesiones y con la misma mentalidad equilibrada, es decir, ser constante para prepararme de la mejor forma para 226, y porque ya he tenido suficiente presión en los últimos años», explicó con franqueza.

«226 empieza mañana para mí.

Hay cosas que hemos ido probando durante la temporada y que, cuando vas ganando, no se tocan demasiado.

Vamos bien, pero ya tenemos varios aspectos que queremos testar de cara al futuro, y es mejor comenzar ya los ensayos en diferentes circuitos.

No se trata sólo de cambiar la moto constantemente son ajustes concretos y pequeños, lo que nos hará mucho más fácil trabajar en Valencia, cuando hagamos el último entrenamiento, tener todo más claro y, en Malasia, recibir lo que consideremos mejor para todas las Ducati», añadió.

Recordó también cómo, en años anteriores, había sufrido una caída después de ganar el título: «Con presión trabajo mejor, y muchos deportistas rinden más bajo presión.

Es una combinación de adrenalina y concentración, y en muchos años, e incluso este, después de ser campeón, he fallado en la siguiente carrera.

Eso se debe, sobre todo, a la caída de la adrenalina, la tensión y la falta de concentración en todos los aspectos.

La motivación para montar rápido sigue igual, pero la ambición de conseguir resultados los guardamos para 226».

En cuanto a la lucha por el subcampeonato entre su hermano Alex y su compañero Pecco, Marc señaló que tiene los recursos para no meterse en conflictos: «No voy a entrar en ese debate.

Cada uno hará lo suyo y yo me concentraré en dar el cien por ciento en cada carrera, gestionando lo que sea necesario como lo he hecho durante toda la temporada para obtener el mejor resultado el domingo.

Son dos pilotos Ducati: mi compañero oficial y mi hermano, que compiten por el subcampeonato.

Alex tiene suficiente velocidad para lograrlo por sí solo, y lo normal es que Pecco quede segunda a falta de cinco carreras.

Si Alex termina tercero con Gresini, igualaría mi puntuación aunque esté en un equipo satélite con una moto del año anterior».

Por último, dio la clave del «handicap» para la temporada 22: «Alex tendrá la misma moto que en Malasia hasta Valencia, con pequeñas actualizaciones.

Con el equipo oficial, cada fin de semana podemos probar lo que necesitemos disponemos de todos los recursos para montar la mejor máquina de la parrilla.

En un equipo satélite ya tienes una moto muy competitiva, como se ha visto este año, pero durante la temporada no hay evoluciones continuas.

Los otros, pues, hacen lo que pueden»