
Puch Honda no se guarda el descontento
Alberto Puch ha vivido posiblemente su peor momento deportivo desde que fichó por HRC
Tras un fin de semana desastroso en el que el lesionado Márquez no pudo correr, el sustituto de Joan Mir, Iker Luccona, tampoco pudo completar la carrera del domingo por avería.
En declaraciones a la prensa ayer domingo, el director del Repsol Honda no intentó suavizar la realidad de la situación.
No ocultó la realidad de los problemas actuales con la moto: la hospitalización de tres pilotos no es algo que se pueda cambiar de la noche a la mañana".
A diferencia de los fabricantes europeos, los japoneses asumen menos riesgos: en los últimos años las fábricas europeas han sido muy agresivas y han asumido muchos riesgos.
Por riesgo me refiero a la posibilidad de cometer errores, pero están abiertos a ellos.
Normalmente, la tradición japonesa es más conservadora con las nuevas normas y se basa en los resultados".
Reconoce que han tocado fondo.
Puig cita la lejanía de Japón como principal problema: Japón está muy lejos.
Pero ese ya no es nuestro trabajo.
Corresponde a los japoneses explicar la situación real; al fin y al cabo, son ellos quienes construyen las motos.
Pero quizás la reglamentación actual y el auge de los europeos, que están dispuestos a asumir riesgos y a desarrollar de forma agresiva, no han puesto a los japoneses en desventaja, sino más bien en desventaja".
Respecto a la ausencia de Marc Márquez en la carrera de este fin de semana, a pesar de su viaje a Assen, Puch argumentó que No estaba en buena forma, porque te puedes imaginar cómo es su estado después de cinco temporadas en Alemania.
Pero a lo largo del fin de semana fue empeorando y finalmente esta mañana ha ido al médico y le han diagnosticado una incapacidad.
A la vista de esto, ¿cree Alberto Puig que Márquez seguirá en Honda en 2024?" El piloto de Honda no ocultó su disgusto.
Por supuesto, tenemos un contrato con él, pero Honda también respeta a Márquez.
En base al contrato, sí, me gustaría pensar que seguirá, pero no tengo una bola de cristal