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Prueba la Zero FXE, una supermotard eléctrica superdivertida

Te traemos una prueba de la Zero FXE, el último desafío eléctrico de la compañía californiana

Con la nueva Zero FXE, ir al trabajo es mucho más barato que en scooter, y mucho más divertido.

La estética de la Zero FXE es muy atractiva y acertada.

La FXE es ligera, muy limpia, fácil de conducir y cuesta como mucho 2 euros cada 100 km, servicio incluido.

Zero nos ha dejado su última creación, la Urban Supermotard, derivada de la sucesora de la FXS.

Como es habitual, la moto rezuma calidad en sus plásticos y componentes.

Entre los componentes encontramos marcas como Showa horquillas invertidas ajustables.

, Pirelli, Bosch ABS.

y JJuan bombas, pinzas y latiguillos metálicos de freno.

, mientras que en cuanto a la electrónica, una gran pantalla TFT pero para el bluetooth y la parametrización no hay app.

, modos de potencia e iluminación full LED.

Al no depender de gasolineras, cargué la FXE en un enchufe del garaje de mi casa.

La carga duró 10 horas y el cargador incorporado es de sólo 640 W.

Todo lo que se necesitaba para la carga era un cable bastante largo.

, similar al que se utiliza cuando se conecta un PC a la red eléctrica.

Esta Zero FXE de 44 CV es muy divertida de conducir.

El único inconveniente es que no hay ningún sitio donde guardar los cables en la moto, así que hay que llevarlos en una mochila.

La posición de conducción es la de una Supermotard, con manillar alto y ancho y un asiento muy alto y plano que casi llega a la pipa de dirección.

El asiento del pasajero no tiene manillar y es sólo para uso de emergencia.

Como en todas las ZERO, arrancar es tan sencillo como girar la llave de contacto y abrir el acelerador en cuanto se enciende el indicador luminoso verde en la parte izquierda de la pantalla TFT.

Antes de arrancar, el piloto selecciona el modo Eco, Sport o Custom cada uno tiene un color diferente y puede seleccionarse cerrando el acelerador mediante el botón de modo situado en el lado derecho de la moto.

; se elige Eco porque tiene preajustada la máxima frenada regenerativa lo que aumenta la autonomía disponible y mejores prestaciones.

Recorrimos nuestra ruta habitual a velocidades legales, una mezcla de ciudad, carreteras abiertas y algunas autopistas, hasta que se agotó la batería El contador TFT lee perfectamente en todas las condiciones.

El modo Eco, con un acelerador más suave y más autonomía, tiene las prestaciones de una moto con carné A2, con una buena aceleración, que es más que adecuada.

La velocidad máxima es de 115 km/h en Eco y Custom y de 130 km/h en Sport, con una buena aceleración en Eco y más potente en Custom y Sport.

La frenada regenerativa también es diferente más fuerte en Eco y más débil en Sport.

En ciudad es muy fácil moverse, todo es suave y silencioso, el control del acelerador es directo y sin tirones, y el manillar ancho ayuda a ajustar la distancia entre coches.

Los frenos delanteros son muy potentes y algo bruscos, pero se agradece cuando se circula a buen ritmo por carreteras de montaña sinuosas.

La frenada delantera es muy potente y un poco brusca, pero se agradece cuando se circula a buen ritmo por sinuosas carreteras de montaña.

No hay problema al pasar de cuestas empinadas y cambios de elevación - los 44 CV se lo comen todo, es una verdadera moto capital.

En carreteras de curvas, necesitas más freno motor.

No soy un fan del freno motor, ya que cerrando el acelerador puedo frenar desde atrás sin tocar los frenos, lo que me permite entrar en las curvas con más confianza y controlar mi trazada con el acelerador.

Por cierto, la FXE no tiene control de tracción, por lo que hay que tener cuidado al abrir el acelerador en carreteras con un agarre dudoso.

El paso por curva es divertido, la respuesta es directa y limpia y los 44 CV son potencia de sobra.

La frenada es contundente y la suspensión es un poco dura y rebotona, pero regulable sin problemas.

Y como es tan ligera en la 'chicane' se mueve como pez fuera del agua, sin inercias; con discos delanteros de 320 mm y pinzas y bomba JJuan, la frenada es potente.

Lógicamente, es en este tramo donde más se consume la batería.

Aquí no hay problemas.

Funciona bien, pero sabemos que si se circula sólo por Autobahn, la autonomía no superará los 60 km.

Justo antes de llegar al destino en la ruta circular, noto que la batería está al 5% en los instrumentos, pero el aviso de batería baja o luz roja no se ha encendido como en la Zero SR/F y S.

Dejé que la batería se agotara completamente y terminé la prueba al 0%, pero curiosamente, el indicador de autonomía restante, un parámetro que se puede seleccionar con un botón en el instrumento, seguía mostrando 2km.

La Zero FXE es muy divertida de conducir, fácil de cargar, muy ligera para ser una eléctrica y muy bonita.

Como nos tiene acostumbrados la compañía con todos sus modelos, la calidad es muy buena y las prestaciones del modelo A2 son excelentes - sabemos que el precio de 13.

880 euros es elevado, pero es una moto para los concienciados con el medio ambiente y, si es atrevida y ecológica, más que adecuada como moto urbana o suburbana Tiene un buen rendimiento como moto urbana o suburbana.

Si eres atrevido y ecológico, es más que capaz como bici urbana o suburbana Solo+ La calidad de acabados y componentes es alta, la pantalla TFT es clara y fácil de ver en todas las condiciones, diseño fresco y desenfadado, ligera y manejable, muy buen radio de giro, frenos potentes, Caballete lateral de aluminio.

No hay espacio para llevar cables de carga