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Pol Espargaró, piloto de KTM en MotoGP: «No les gustará que lo diga, pero

Ya está muy entrado. Teníamos la barra de torsión en la zona trasera del box y íbamos recortando los chasis de acero durante los tests de Phillip Island»

Por su parte, Jorge Lorenzo, hablando de la temporada 21: «Me parece que Marc Márquez optó por no facilitarle las cosas a Valentino Rossi, sino más bien a mí.

Dovizioso, Petrucci o Iannone le dejaron pasar sin problemas y eso se queda en la sombra».

Pol Espargaró, que cumpliría 4 años en junio, es uno de los veteranos de la categoría reina.

Aunque el granollense no ocupa una plaza permanente en la parrilla, integra el equipo de pruebas y desarrollo de KTM y asume sustituciones y wildcards con el fabricante austriaco.

En el presente año ha disputado los Grandes Premios de Brno y Hungría, y ahora vuelve a reemplazar al lesionado Maverick Viñales en Australia y Malasia.

El 44 también colabora como comentarista en numerosos Grandes Premios transmitidos por DAZN, un rol muy apreciado por aficionados y analistas gracias a la profundidad y claridad de sus análisis durante los fines de semana de competición.

Además, tras el Gran Premio de Japón, participó en el podcast «Hospitality Motociclismo» junto a los periodistas Borja González y Mela Chávez.

En esa conversación, uno de los temas centrales fue la diferencia cultural entre las fábricas japonesas y europeas.

Y, claro, Pol tiene mucho que contar, pues en pista ha abogado por los intereses de Yamaha, Honda y, sobre todo, KTM, esta última en dos momentos distintos.

En su análisis, con una precisión quirúrgica, Espargaró —quien vivió en primera fila el debut de KTM en MotoGP— rememora alguna anécdota de aquellos inicios.

«No les va a gustar que lo cuente, pero después de tantos años ya se ha convertido en historia.

En Phillip Island, durante los tests de pretemporada, teníamos la barra de torsión detrás del box.

Literalmente, los chasis de acero que usábamos como tubos se llevaban a la parte trasera y todo era a tiro de suerte.

Cogían la barra y empezaban a cortar tubos: ‘Este tubo fuera, este fuera’, lo volvían a montar en la moto y era un ‘ahora siente el cambio’», confiesa el granollense.

Espargaró también relata un episodio en el que volaron en avión al circuito de Le Mans para probar unos motores nuevos, tan voluminosos que casi no cabían en la bodega: «Madre mía, madre mía se ríe.

Cosas así, si quieres acortar distancias con los rivales, son procesos que se reducen en Europa.

Sin embargo, en Japón tal vez por ese temor al fracaso no se ponen en marcha»