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La reunión de Marc Márquez con Honda y los rumores del paddock

Marc Márquez está enfadado y ya no puede esconderlo. El octocampeón de Honda, que fue capaz de ocultar su verdadero estado físico antaño -no solo estos dos últimos años con la lesión del húmero, sino también antes, cuando se le dislocaba el hombro- cada vez es menos capaz de esconder su estado anímico.Desde el pasado test de Valencia en noviembre -en el que hizo esfuerzos por ser lo más diplomáticamente correcto que pudo, tras ver que apenas había avances en la RC213V 2023- Marc a duras penas oculta su enfado.Los rumores de un adiós a Honda, incluso antes de que termine el contrato en 2024 (algo que el propio Márquez ha negado) son cada vez más habituales. Marc ha manifestado su amor por Honda, pero también que su prioridad es ganar. De hecho, esta máxima siempre ha sido la misma.El chasis Kalex ha sido la única aportación importante este año, pero ni mucho menos decisiva. El de Cervera lleva más allá del límite su montura para intentar lograr un buen resultado, y suele acabar en el suelo por ello. Es su mentalidad, la misma que le ha llevado a ganar ocho títulos, la misma que le llevó a volver a competir antes de tiempo en 2020 o a operarse por cuarta vez.Pero no solo hay que fijarse en Márquez para saber dónde están las Honda: Joan Mir lleva 12 caídas en los 6 GG.PP. disputados (las mismas que en toda la temporada pasada); Álex Rins está en el hospital, con doble fractura, y Takaaki Nakagami ni asoma la cabeza. Ya dijo Marc que no solo él, sino todos los pilotos Honda estaban cayendo demasiado, con el evidente riesgo que eso conlleva.La moto no ofrece confianza y es muy impredecible. Ni siquiera tiene uno de los que antes eran sus puntos más fuertes, la frenada. La rueda delantera se va sin avisar, y eso motiva muchas caídas.El de Cervera tuvo una reunión en Mugello con las más altas esferas de Honda: según Motosport, estuvieron presentes Shiniji Aoyama, nº 2 de Honda Motor; Koji Watanabe, presidente de HRC; Tetsuhiro ...
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