
La paciencia de Márquez no es infinita
Sólo ha podido participar en tres de las seis carreras completas en lo que llevamos disputado de Mundial, y no ha podido acabar ninguna: Marc Márquez está cansado de que el impredecible comportamiento de su Honda le lleve a caerse a la que aprieta el ritmo, y su paciencia dista de ser infinita.Tras irse al suelo en la vuelta 7 del GP de Italia en Mugello, Marc hizo un gesto que no le hemos visto hacer hasta el momento: se giró hacia su moto con los brazos abiertos, no se sabe bien si era porque no comprendía el motivo de su caída o si se trataba de un “¿pero otra vez'”.Al regresar al paddock, un visiblemente cabreado Márquez se fue directamente a su motorhome, en vez de ir al box. Alberto Puig y Santi Hernández entraron tras él y cerraron la puerta. Lo que allí se habló no se sabe, pero es imaginable: Marc está muy cansado de que su RC213V apenas haya mejorado en lo que llevamos de año. “A veces hay que respirar para calmarse. Respiré antes de volver al box y antes de hablar con vosotros”, contó luego.“Me ha enfadado más (en Mugello que en Le Mans)… Iba supermentalizado de que mi posición era sexto, séptimo…” explicó después de la carrera.“Ha sido un error en la frenada previa, se me ha bloqueado de delante, y no entiendo muy bien por qué. Cuando me he ido largo en la zona sucia no iba rápido, no inclinaba mal, pero me he caído. El resultado es el mismo: tenemos que tomar más riesgos que los demás para estar ahí y eso es lo que nos perjudica a todos los pilotos Honda y hace que luego tengamos tantas caídas”.Y pone como ejemplo a su compañero: “Mir, que en toda una temporada se había caído 12 veces, ya lleva 12 este año”, y añade que “Dicen: ‘Márquez se cae mucho’… No: todos los pilotos Honda nos caemos mucho. Eso es lo realmente preocupante, lo que tenemos que intentar cambiar de cara a un futuro, porque con estas motos se va rápido ...
Leer la noticia completa >aquí<