Jorge Martín, monarca mundial de MotoGP: "Veremos más emoción
Considero que serán motocicletas donde la habilidad resalte con mayor ímpetu
Será un avance, ya que actualmente sobrepasar es muy complejo y conlleva gran riesgo".
Pedro Acosta: "En esta profesión, si no se consigue resultado, no hay sustento en casa.
De mi entorno familiar heredé la actitud de no rendirse jamás.
Su ejemplo me sirvió de guía en los momentos más complejos".
Jorge Martín quedó marcado a fuego en el 224, cuando su nombre pasó a los anales del Campeonato del Mundo de Motociclismo al coronarse campeón de MotoGP.
Lo alcanzó con la Ducati Desmosedici GP24 del equipo Pramac, superando en una pugna cerrada a Pecco Bagnaia, quien defendía los colores de la escuadra oficial de Borgo Panigale.
Aquella hazaña parecía el preludio de una era brillante para el piloto madrileño, pero el destino tenía otros planes.
En el 22, ya como integrante de Aprilia, Martín esperaba lucir con orgullo el número 1 en su carenado.
No obstante, la campaña se transformó en una prueba ardua.
Las lesiones —varias de ellas de suma gravedad— le impidieron participar consistentemente y lo relegaron a un papel casi simbólico, alejado de los focos y de la contienda por las victorias.
"Retorno al 89, el número que utilicé durante cuatro años en MotoGP.
Tenía muchísimas ganas de recuperarlo, pues aunque merecía el 1, no me he sentido representado por la manera en que ha transcurrido el año", explicó en una charla con 'GP One' antes del Gran Premio de Valencia.
A pesar de la decepción a nivel personal, Martín siguió atentamente el desarrollo del curso 22 desde la barrera.
Allí, su coequipier Marco Bezzecchi surgió como uno de los competidores más fuertes del certamen.
"Desde fuera, alenté mucho a Bezzecchi.
Observé su progreso y pensé que todo lo positivo para él también lo era para mí, puesto que implicaba que la máquina era competitiva", admitió.
El madrileño reconoció que no aguardaba una Aprilia tan potente: "Era un proyecto con grandes esperanzas para el 226, pero no imaginaba tantos podios ni tantas victorias este año.
Es asombroso y confirma que tomé la elección acertada".
En cuanto a su permanencia en Aprilia tras el 226, Martín prefiere ser cauto.
"Pronto conversaremos sobre ello.
Por ahora, mi deber es recuperarme y concentrarme en efectuar una buena pretemporada.
Ya veremos qué sucede en el 227", señaló.
El monarca del 224 también sopesó las modificaciones reglamentarias previstas para MotoGP a partir del 227.
Si bien admitió que la categoría "retrocede en términos tecnológicos", considera que la función ganará en atractivo.
"Serán motocicletas más livianas, con más confrontación directa rueda a rueda y donde no será tan determinante rodar justo detrás de otro piloto.
La destreza primará más.
Será un mejor panorama, ya que ahora rebasar resulta muy complicado y peligroso.
Habrá mayor espectáculo"