Menu

Honda y Yamaha resisten el infierno Los japoneses fueron los únicos pilotos de la

India que no registraron ningún abandono. Las altas temperaturas hicieron que la carrera fuera dura para los pilotos

El Gran Premio de la India no fue fácil desde el principio, pero eso tampoco alivió la tensión al final.

Debido a los retrasos en la expedición de visados, algunos pilotos llegaron inicialmente al circuito de Buddh con el mal tiempo a cuestas, pero no tardaron en darse cuenta de que se enfrentaban a uno de los fines de semana más duros del calendario.

En primer lugar, porque se enfrentaban a un circuito desconocido y era imperativo que se aclimatasen lo antes posible.

Y por último (y esto caracterizó el fin de semana en general y el domingo en particular), porque se enfrentaban a una especie de infierno en el que la carrera era una cuestión de supervivencia tanto para el piloto como para la moto.

El calor y la humedad del circuito eran casi imposibles de soportar, y los pilotos se vieron obligados a experimentar un ligero simulacro de lo que estaba por venir.

Desde el primer momento se pidió que se redujera el número de vueltas de la carrera.

El sprint se redujo a 11 vueltas, lo que significaba que primero las categorías inferiores y luego MotoGP pasarían menos tiempo en pista de lo previsto el domingo.

Las condiciones de 33°C, 39°C de temperatura en pista y 61% de humedad llevaron todo al límite.

Augusto Fernandes fue el primero en caerse, incapaz de terminar la carrera por problemas técnicos en su RC16.

Cinco vueltas más tarde, la Aprilia de Aleix Espargaró tampoco superó la prueba, achacando el abandono al calor, aunque el piloto de Granollers no supo explicar el motivo.

Los mecánicos de Noir comenzaron a analizar la RS-GP y descartaron problemas en el motor.

El piloto español ya era consciente de lo que sabía de la máquina, que sufría constantemente altas temperaturas.

La caja de cambios funcionaba, pero la moto se paraba y perdía potencia.

Era un resultado esperado, especialmente para Honda, que siempre ha acusado los problemas de temperatura, pero fue el primer domingo de 2023 en el que dos pilotos japoneses acabaron entre los diez primeros.

Di Giannantonio era octavo en la parrilla cuando el calor le hizo frenar.

El piloto italiano se lesionó y tuvo que regresar al box de Gresini con su Ducati antes de tiempo debido a un problema físico que Pol Espargaró afrontó de otra manera.

El piloto de GasGas admitió que tuvo que desgastarse para completar 21 vueltas.

Esta carrera es muy extrema.

He perdido mucho tiempo porque me sentía físicamente débil, pero si no hubiera bajado el ritmo no habría terminado la carrera.

El piloto español necesitó desesperadamente agua del equipo Honda y lo consiguió por sus propios medios, pero también llamaron a un médico.

Márquez estaba tan agotado que tuvo que parar en el box de camino al parque cerrado.

No veo, no veo, no tengo aire", dijo el piloto del Pramac al jefe del equipo, Gino Borsoi.

El doctor Charte, que tuvo que llevarle al paddock como si fuera una muleta, apareció para ayudarle a recuperarse del mazazo.

En otras palabras, le di un palo a Madrilio, eso fue todo.

Fue suficiente para él