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MotoGP pone a disposición judicial a un piloto tras ser agredido por un mecánico

Las imágenes mostraban al mecánico abofeteando y "pateando" en la espalda al piloto británico Tom Booth-Amos cuando entraba en el garaje

El Campeonato del Mundo de Motociclismo ha hecho justicia después de tres años al piloto británico Tom Booth-Amos, de Newport, tras ser agredido físicamente por un mecánico del equipo.

En las imágenes de vídeo se puede ver al mecánico y al piloto hablando tras la sesión de entrenamientos del GP de Tailandia 2019 y, en el caso del piloto, el mecánico le dio una bofetada y después se dirigió hacia el garaje tras recibir "una patada en el culo", donde se le escuchó gritar y la situación empeoró considerablemente La situación empeoró considerablemente.

Este comportamiento no fue denunciado por el piloto agresor, que "juró" que no haría pública esta agresión, sino que "alguien" lo hizo por él.

De hecho, lógicamente, la organización del Campeonato y las organizaciones deportivas implicadas en el mismo, que vieron estas duras imágenes, no podían dejar pasar esto desapercibido y emitieron un comunicado conjunto de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), la Asociación Internacional de Equipos (IRTA) y los organizadores del Campeonato, la empresa española Dorna, para tomar a tomar.

En ella, los firmantes reconocen que "el vídeo del incidente fue ampliamente compartido en las redes sociales y el comportamiento del miembro del equipo en cuestión causó inmediatamente una gran preocupación"; la FIM, la IRTA y Dorna Sport condenan enérgicamente esta conducta.

Investigaciones posteriores revelaron que el citado mecánico que agredió a Tom Booth-Amos en 2019 sigue participando en el Campeonato del Mundo con otro equipo que desconoce la situación, pero paradójicamente, este equipo también está implicado en el GP de Motorland Aragón, donde se produjeron dos incidentes en los que dos técnicos "interfirieron" en el volante del piloto para impedirle seguir.

En ambos casos, los pilotos implicados en los incidentes fueron sancionados por Dorna y el equipo fue despedido por una conducta que dañaba gravemente la imagen del equipo y que iba en contra del espíritu de la competición.

La FIM, junto con la IRTA y Dorna Sports, cree que esta fue la decisión correcta y apoya y defiende plenamente la acción del equipo al rescindir el contrato del individuo, ya que "el comportamiento abusivo no debe y no será tolerado".

Todas las partes siguen comprometidas en hacer del paddock de MotoGP un entorno de trabajo lo más seguro posible