
El mejor Marc Márquez de la historia no se distrae con los récords, tiene
Otra meta. Interesante última rueda de prensa del 9 antes de la merecida celebración y las vacaciones
Con seis títulos de MotoGP entre 21 y 219, Marc Márquez tiene donde elegir sus mejores momentos y el que está viviendo ahora mismo, a horas de celebrar y comenzar las vacaciones, está entre los mejores.
En su interesantísima comparecencia en rueda de prensa post-Gran Premio de Chequia, el líder del Mundial admitió que "ha sido una de las mejores primeras partes de mi carrera, comparable a 219.
Estamos en un momento muy bueno, el equipo funciona muy bien y el hecho de que yo esté controlando mi instinto ayuda muchísimo a mantener esta regularidad".
El "tirón de orejas" llegó con el cero de Austin y, a partir de entonces, trabajó en ello: "Una de las razones por las que cometí el error en Austin fue por perder la concentración.
Si lo cometes, hay que trabajar en ello y parece que ahora mantengo mejor la concentración, que no es que fuera un problema en mi carrera, pero cuando cuentas con una ventaja tan grande es difícil mantener esa intensidad.
Así, en Brno, en unas vueltas empujaba y en otras menos porque ayuda a nivel mental y no juegas con el límite de la moto".
Este sábado se cumplieron cinco años del accidente más grave de su vida, que casi le cuesta la carrera.
Pero de ello salió más fuerte y no es el clásico tópico: "El año pasado fue crucial.
El equipo Gresini me brindó la oportunidad de regresar.
Estaba pilotando muy bien, no perfecto, pero iba ganando confianza.
En estos años, a nivel profesional perdí la oportunidad de luchar por campeonatos, pero he crecido muchísimo a nivel personal.
A veces los malos momentos ayudan a ver las cosas con claridad e incluso a cambiar el carácter".
No solo ha madurado como hombre, como piloto también lo ha hecho para adaptarse a su nueva circunstancia física.
Un brazo derecho que ha pasado por cuatro operaciones no es el mismo de antes, pero tampoco un hándicap.
Le preguntan por cuál es su principal miedo ahora mismo y le sale del alma: "tener una lesión".
"Es verdad que he cambiado mi estilo de pilotaje tras la lesión, ya no puedo pilotar muchas vueltas de manera agresiva y eso me obligó a adaptarme a mi nueva condición física, que funciona bien, pero piloto diferente.
Con la moto tengo buenas sensaciones y cuando luchas con la moto vas más lento, y cuando voy más fino voy más rápido y eso me gusta, porque con esta condición física el trabajo es menos exigente".
Y si lleva una temporada récord con 81 puntos de 444 posibles, producto de sus 19 victorias de 24 -11 en sprint y 8 en carrera GP-, 8 dobletes de triunfos, los últimos cinco de forma consecutiva victoria, a él, que no le hablen de batir récords en los 1 GGPP que quedan tras las vacaciones: "La prioridad única es ganar el campeonato e intento ser honesto, solo yo lo puedo perder.
Quedan 1 carreras, hay que mantener inalterada la intensidad y el equipo, el mismo espíritu.
No me importan los récords, solo me importa volver a ser campeón del mundo".
Y le apuntaron si, a este ritmo, podría llegar su primer match-ball antes de la gira asiática en Misano, territorio Valentino Rossi y donde, a partir del Sepang Clash de 21, no es bienvenido, por cierto, con seis GGPP de margen.
"No, no, es imposible, quedan muchas carreras.
Tengo la experiencia de 214, que intenté seguir ganando y cerrarlo lo antes posible, y me caí en Misano y Aragón.
Es verdad que tenemos una gran ventaja, pero hay muchos dobletes consecutivos.
Hay que mantener la concentración sin estresarnos.
Esta ventaja hace que tenga menos presión, pero hay que gestionarlo.
Yo intentaré sacar los 7 puntos, pero no será posible cada semana".
Con segundos y terceros, le bastaría ya para ser campeón y vuelve a ser tajante: "Finalizar controlando los puntos nunca fue mi forma de proceder.
Si puedo atacar, atacaré cada carrera"