Ducati pone fin a la polémica
Davide Tardozzi, director del equipo Ducati, ha zanjado una polémica que consideró un "incidente de carrera"
Gigi Dallinha lo consideró un incidente desafortunado y, en términos generales, Ducati no estaba demasiado contenta con el primer encontronazo de Marc Márquez con otro piloto Ducati.
No, más bien con el italiano Vicampen.
El GP de Portugal no estuvo exento de polémica este año.
Bagnaia y el piloto español chocaron en los últimos compases de la carrera, ambos se fueron al suelo y acabaron sin puntos.
Jorge Martínganó la carrera y se hizo con el primer puesto del Campeonato del Mundo, aún por decidir.
Pero, qué demonios, los dos pilotos chocaron en el tren, y Martí contó su versión de los hechos ante el panel de comisarios, y aunque el asunto se resolvió sin penalización, el piloto italiano fue considerado el más culpable.
La opinión general en el paddock es que se trató de un simple incidente de carrera y que, si se podía haber evitado, fue culpa de Bagnaia por no querer ceder la quinta plaza al ex piloto de Honda.
Los pilotos tienen opiniones diferentes, pero coinciden en que no era necesaria una sanción y que una penalización cero es una forma dolorosa de empezar la temporada, pero que estas cosas pasan en las carreras.
El director del equipo Ducati Lenovo, Davide Tardozzi, insiste en que el contacto fue definitivamente un incidente de carrera y que el equipo debería dejar de intentar echar aceite a un fuego que, desde dentro, parece haberse extinguido.
Pero el mánager también entiende la pelea que llevó a la trifulca, ya que se trata de dos grandes nombres de la parrilla de la categoría reina que se alimentan de competitividad, aunque fuera por un quinto puesto que no determina nada al inicio del campeonato.
6 veces campeón de MotoGP campeón y bicampeón luchan, está claro que ninguno de los dos quiere rendirse.
Tarduzzi también reconoce que el campeón italiano, que tiene contrato con la marca de MotoGP hasta 2026, no ha tenido las mejores sensaciones en los Grandes Premios.
En casos así, le daremos unos días y luego volveremos a hablar con él.
Pensemos en Austin