Bagnaia se muestra orgulloso tras su particular calvario en MotoGP: "El nerviosismo aparece y
Nos ponemos tensos, pero cuando todo fluye con naturalidad, se ha comprobado que estamos en la cima". El piloto italiano regres a la senda de la victoria en la Sprint de Malasia, superando los duros momentos vividos en Indonesia y Australia
La situación de Pecco Bagnaia podría calificarse de enigmática, pero seguramente nos quedaríamos cortos.
Resulta asombroso lo volátiles que están siendo los resultados del italiano en cuestión de pocas semanas puede tocar fondo, como ocurrió en Mandalika o Australia, y en otros Grandes Premios ser el mejor, como en Japón o, por el momento, en Sepang.
El líder se está consolidando como la gran referencia en el GP de Malasia tras conseguir la *pole position* y adjudicarse la carrera al Sprint, dominando cada giro.
Solo le resta imponerse en la carrera dominical para completar un fin de semana redondo, tal y como hizo en Motegi.
"En primer lugar, dedico este triunfo a mi equipo, que está trabajando con una dedicación enorme.
Entender lo que sucede es complicado para mí, pero también lo es para ellos.
No tenemos una claridad total sobre las causas.
Hoy, *pole* y victoria, y sin embargo ayer estaba fuera de los diez más rápidos.
Es difícil también para el equipo, que se esfuerza muchísimo montando y desmontando piezas constantemente.
Es un auténtico lío.
Ayer salimos muy tarde del circuito.
Esta victoria es gracias a ellos y por eso se la dedico", explicó a DAZN.
"Me siento muy feliz, porque cuando las carreras se dan así, donde todo sale bien y puedo apretar al máximo, la sensación de disfrute es increíble.
Ojalá todas las carreras fueran de esta manera.
Al final, es lo que hay y esta temporada no ha sido sencilla.
En muchas ocasiones no hemos logrado entender ni lo que la moto exigía ni lo que yo buscaba.
Hemos perdido bastante tiempo, pero esto nos servirá de aprendizaje para el futuro.
Confío en que las próximas carreras y el año siguiente sean más fáciles".
Al ser interpelado sobre el valor que tiene esta victoria como reivindicación personal, Pecco reafirmó que si ha luchado al máximo durante los cuatro años anteriores es por algo la velocidad no se esfuma de un día para otro sin una razón técnica de peso.
No obstante, reconoció la aparición de ciertas tensiones.
"Cuando te juegas el Mundial durante cuatro años, logras victorias y subes al podio de forma habitual, aunque no sea sencillo, y de repente al año sucesivo, con una moto que se supone idéntica, cuesta tanto, resulta muy duro, tanto para mí como para el equipo.
El nivel de nerviosismo aumenta y la situación se vuelve más compleja.
Pero al final, cuando las cosas salen bien, queda patente que estamos en lo más alto".
Después de Japón, donde demostró su superioridad, parecía que Bagnaia había superado todos sus fantasmas.
Sin embargo, justo después tocó fondo.
Por ello, prefiere mantener la cautela esta vez, incluso con la vista puesta en la carrera del domingo.
"No quiero asegurar que mañana vaya a ganar porque las circunstancias cambian muy rápido y debemos ir con calma.
No será fácil porque, por ejemplo, Aldeguer tiene mejor ritmo que yo.
Además, la elección de los neumáticos será crucial, ya que hoy, a mitad de carrera y con menos calor del que se espera para mañana, las sensaciones ya han sido bastante exigentes", concluyó